domingo, 2 de octubre de 2011

Gris urbano, de Alejandra Moglia. Recita Joaquín De la Buelga


Sobre las mesas
de los bares solitarios:
gris ausente

Hoy vuelan
plumas grises
miedos grises
llanto gris

Un gris plomo
hiriente sobre
el agobio sin matices
de la tarde.

Gris acero
Gris helado
Gris hastío

Gris urbano
por doquier
en las calles
en los cines
en los parques

y gente gris/
solo gris
tan gris/
que duele


Alejandra Moglia. Foto: VyM

(c) Alejandra Moglia
Recita: Joaquín De la Buelga
LA CARAVANA DEL VERSO
Realización video: MGE
MMXI

martes, 27 de septiembre de 2011

María entre el presente y la memoria. Una entrevista desde Cuba de Jorge Luis Peña Reyes

María entre el presente y la memoria

Por Jorge Luis Peña Reyes

Quién pudiera como el río/
ser fugitivo y eterno:
Partir, llegar, pasar siempre/
y ser siempre el río fresco/.
Dulce María Loynaz

Puedo  remontarme al año 2009, punto de partida de esta relación que nació mientras rastreaba en la red la convocatoria del Premio hispanoamericano de  poesía para niños. María García Esperón, escritora mexicana, era ese nombre reiterado en las páginas del Google por merecer el lauro de este importante certamen en la edición del 2005 y también por su constante labor de promoción. Allí estuvo, accesible  desde la primera vez, y fue tanta la empatía entre esta multipremiada autora, entusiasta promotora, buena amiga de tantos y quien subscribe, que hemos fundado y soñado proyectos comunes, en una cofradía difícil de imaginar desde la distancia. Su apego a la novela histórica ha sido muy reconocido en varios países del mundo al igual que su trilogía El Disco del Tiempo, Querida AlejandríaEl Disco del cielo, este  último publicado hace unos meses por la Editorial cubana Gente Nueva, razón por la cual surge este diálogo que pretende ser un puente entre el interés de esta autora  por civilizaciones antiguas y su compromiso con el presente.

-¿María de dónde te llega la afinidad por las culturas milenarias?

-Mi afinidad por las culturas antiguas procede de mi primera infancia. A los cuatro años, en un libro ilustrado de una historia mitológica griega, me subyugó todo: el mar, las túnicas, las islas, los dioses. Eso fue decisivo, yo pedí que me enseñaran a leer en ese momento, para poder descifrar los sentidos que intuía. Y mi interés infantil más adelante, se dirigió a los vestigios de las grandes civilizaciones mesoamericanas: los aztecas, los teotihuacanos. A los nueve años yo quería ser arqueóloga y le rogaba a mi madre que me llevara al Museo de Antropología a ver las estatuas, las inscripciones, los monumentos.

-¿Necesitas la literatura como una manera de evadir tensiones del mundo contemporáneo o apelas a la periodista que eres para encarar estas realidades?

-Trabajé en un periódico durante siete años, siempre enfocada al periodismo cultural. Claro que la cultura en cualquier país está inserta en una realidad sociopolítica de la que ni es posible ni es ético evadirse. Al enfocarse a lo cultural, a su estudio, crónica, seguimiento, adquieres una percepción diferente a la que otorga la primera plana de cualquier periódico o noticiario nocturno, que están dedicados, por lo menos en México, a los políticos y a los criminales. Al seguir la cultura te das cuenta de la enorme fuerza que en su historia y en su creación posee cualquier pueblo y empiezas a encontrar esos reductos de resistencia, de energía, de futuro, de evolución hacia mejores estadios que a primera vista no aparecen. Del periodismo pasé a la creación literaria para niños y jóvenes y encontré un nicho particular: rescatar los tesoros de nuestros más promisorios orígenes para traerlos al presente y en esos vehículos portentosos que son los libros, entregarlos a los jóvenes lectores, tan promisorios como el origen del que hablo.
           
-¿Por qué los niños como destinatarios de tu obra literaria?

-Porque con los niños todo empieza, el mundo vuelve a nacer. Cuando tenemos hijos volvemos de algún modo a un mágico punto de partida, es la oportunidad de hacerlo todo de nuevo, de pensarlo todo, de hacerlo y pensarlo bien. Escribir para niños es una experiencia de origen, en ella caben la ilusión, la esperanza, el deseo de correr aventuras, de viajar, de coincidir, de enamorarse de esa manera tan pura como ocurre en la infancia.

-La poesía y la novela son géneros que se complementan en ti. Una requiere de síntesis y otra de digresión. ¿Cómo puedes convivir con ambos conceptos sin que te roben terreno?
           
 -Yo soy amante eterna de las obras de Homero, de la Iliada y la Odisea. En esa épica que nos fundó la literatura universal conviven lo narrativo con la expresión poética, que percibo como sagrada. Un modo de contar los hechos en el que el mismo lenguaje hace que se relacionen con un nivel superior, que eso lo explique. El Logos que se expresa a través de la poesía, es más rico que la lógica, que la simple cadena de causas y efectos. Soy más narradora que poeta, pero naturalmente tiendo a contar las cosas a través de una prosa poética.

-La promoción a los autores es parte fundamental de tu diario hacer. ¿Cuál es tu meta?

-Dijeron los clásicos que la amistad es un alma en dos cuerpos. Los autores que promuevo son esas almas que amo, en el sentido del AGAPE griego. Ha sido una especie de comunión, de convertir mi ser a esos sentidos hermosos que resplandecen en la creación del otro, y de este modo hacerlos míos y poder llevar esa felicidad encontrada, ese amor sentido, a alguien más.

-¿Crees que la red es un camino viable para la difusión de los autores? ¿Cuánto le debes a este andar por el ciberespacio?

-El ciberespacio se me reveló como mi medio natural cuando descubrí las posibilidades de Internet a fines de los noventa. Dialogando en Internet, investigando y reflexionando escribí mi primera novela, gané un premio de literatura y encontré mi camino. Si no existiera Internet yo no hubiera escrito, o no hubiera seguido escribiendo. Necesito como autora la interacción, el diálogo, la palabra que se extiende y abraza. Más que la obra en sí, me atrae la comunicación, el hecho comunicativo, el poder incidir en la realidad, transformar y transformarme.
Y sí, la red es uno de los mejores caminos para difundir la creación de un autor, y hoy por hoy, de un autor para niños.
           
-Tus novelas Mi abuelo Moctezuma y Copo de Algodón describen el difícil encuentro entre dos  culturas,  dos puntos de la geografía que marcan tu pasión. ¿Si tuvieras que trasladarte definitivamente y renunciar a uno de ellos, por cuál te decidirías? 

Yo amo profundamente a mi tierra. México es para mí una mística. Pero desde muy pequeña sentí la atracción, el amor por España. Entonces me “contra-eduqué”. Como nación, México es una fundación del siglo XIX, hecha por criollos que se levantan contra el poder español. Los años que siguieron, el movimiento revolucionario que enfatizó los valores culturales mexicanos a través de la creación artística de esos titanes que fueron los muralistas, y de los escritores como Juan Rulfo y Mariano Azuela y en particular los años setenta del siglo XX, cuando yo era niña, acusaban un nacionalismo entendido en gran parte como un rechazo a España, como un grito de independencia constante, un rompimiento: soy mexicano porque no soy español, no quiero serlo. Pero yo he sentido un supranacionalismo: estamos insertos en una cultura común, es un mismo río. Lo comparo con el siglo de oro de Pericles: fue posible el gran florecimiento ateniense porque hacia Atenas regresaron los más eminentes griegos de las islas y del Asia Menor, como Anaxágoras, por ejemplo. No eran griegos continentales, sino griegos por cultura que sintieron la necesidad de comunicar, converger, ofrendarse en un proyecto común, que nos dio la Acrópolis, la democracia, a Sócrates y a la filosofía de Platón. No veo separación entre México y España sino una continuidad. Esto se vio clara, entrañablemente, en los años de la guerra civil española, cuando los exiliados del franquismo en México encontraron simplemente su casa, no un asilo, ni un favor, sino su casa, a la que llevaron lo mejor de su pensamiento, su poesía. ¿Si tuviera que trasladarme? La tierra en la que he nacido tiene la última palabra. La unión es tan profunda que si tuviera que dejarla diría como en la Canción Mixteca: Oh tierra del sol, suspiro por verte.

Eres una autora que elabora libros en corto tiempo. ¿Cuántos años de investigación necesitas para completar una historia?

Se puede decir que he hecho investigación de estos temas relacionados con las antiguas civilizaciones durante toda mi vida. Son paisajes, personajes, hechos, sentimientos que hice míos por connaturalidad afectiva. Cuando he empezado a escribir una novela, por ejemplo Querida Alejandría, es porque he sentido que ya estoy en esos tiempos, en esos espacios, contemplando esos rostros. Claro que al construir la novela acudo a los referentes bibliográficos y siempre cotejo datos. El procedimiento que he seguido es escribir como si se tratara de mi propia memoria. 



Jorge Luis Peña Reyes es un poeta y escritor cubano nacido en 1977.
Es licenciado en Educación y ha obtenido numerosos premios y menciones de literatura, como la Beca de Creación Poesía del Sur 2000, el Premio Principito en Poesía y Cuento y el Premio Mundo Marino, entre otros.
Ha publicado los libros Avisos de bosque adentro, Donde el Jején puso el huevo y La corona del rey.

domingo, 25 de septiembre de 2011

David García: El enorme corazón de México


David García
El enorme corazón de México


El pianista y compositor mexicano David García, por su talento y carisma personal ha construido en torno suyo círculos de personas que al valorar su trabajo contribuyen a regenerar el tejido social mexicano.
¿Cómo un compositor que se ha definido "para niños" puede ir al rescate de esa hermosa fiera acorralada que es el corazón de México? ¿Cómo sin descuidar su trabajo de ingeniero ni a su hermosa familia, su esposa Paola y sus dos niños pequeños parece multiplicarse en centros culturales y  espacios artísticos de gran parte del país? ¿En qué momento compone esas piezas musicales que arroban, que suspenden la preocupación y acarician los sentidos y las esperanzas, despiertan los sueños?

Esas preguntas me hacía yo hoy, domingo 25 de septiembre de 2011, en el Alcázar de Chapultepec, en un mediodía bañado de oro e inundado de música. La música de David García, vuelta canción en los labios del Coro de Niños Cantores del Estado de México que dirige el Maestro Alberto Alvarado Reyes.

En un sueño del ayer...

La cita era a la una de la tarde en el magnífico Alcázar colmado. Muchas personas estaban de pie y recibieron con un aplauso cariñoso al artista. Concierto de piano con David García y el Coro de Niños Cantores del Estado de México, decía el programa que todos tenían en la mano. Los dos primeros números, Vals Castillo de Chapultepec y Tema de amor de Copo de Algodón fueron ejecutados al piano por David en un viaje al centro de la nostalgia. Sus melodías hunden las raíces en la tradición y sus armonizaciones van directo al alma. Nos recoge las nostalgias, David. Escribo mientras lo escucho y me remito como todos a un México intemporal, en dulces sepia, transido de recuerdos de abuelas, de paseos dominicales, de infancia eterna... Aquí, un fragmento del hermoso vals, que nos meció en esa tarde de domingo en los brazos del sueño y nos reintegró, niños y felices, a nuestros padres y abuelos.


Hicieron su entrada las que han sido denominadas "voces blancas" del Coro mexiquense. Su trayectoria y la de su director son impresionantes. Desde su fundación hace 35 años, han hecho giras por toda la República y por países del mundo, siendo la más reciente -mayo 2011- a Asturias, donde abrieron el Festival Coral Asturias Joven, en la ciudad de Avilés. El Maestro Alberto Alvarado Reyes se especializó en Estados Unidos y en Italia y su destacada labor musical y pedagógica lo ha hecho merecedor de la estimada "Presea Estado de México".
Las voces de las niñas entonando las letras que el mismo David ha compuesto para su música nos deletrearon todas las entonaciones de la suavidad, de la ternura, del sentimiento. Nos llevaron de la mano al país de lo sublime. Desde el sentimiento de sus canciones de amor...

Y en un momento
se cambia el mundo
vuelvo a sentirte
aquí en mi pecho...

hasta su amor por la naturaleza, el paisaje, el país,  David engarza sobre su propia música la flor y el canto de las palabras.

Tengo el alma prisionera
en un sueño del ayer
bajo un sol de primavera
por el campo me encontré...

El Maestro Alberto Alvarado Reyes, director
del Coro de los Niños Cantores del Estado de México
La dificultad vocal que entraña una pieza como De vuelta a la Alameda, se transforma en los labios de las niñas en gozo y en juego, en recuerdo que David entrega a los oyentes, vuelto sabor, olor, memoria aprisionada y trémula en las paredes de las pompas de jabón.

Rosas, cantos, lágrimas, de mi juventud
formando burbujas de amor.
Qué delicioso es sentir el sabor
de los dulces de algodón.

Copo de Algodón

David García ofrendó, como se otorgan los dones del alma, esta tarde a sus oyentes una composición excepcional, que entonada por las niñas se hizo vida, vida viva de endiosado corazón. Se trata del Tema de Copo de Algodón, inspirado en este personaje histórico que he recreado en mi novela del mismo nombre y que nos ha unido en el mismo corazón de artistas. La letra, original de David, incluye una traducción al náhuatl efectuada por las profesoras María Rebeca Mendoza González y Gloria Guadalupe Gómez, del taller de Lengua Náhuatl de la Casa de Cultura de Azcapotzalco:

La Maestra María Rebeca Mendoza González,
tradujo la letra del tema de Copo al náhuatl
Bajo el sol de primavera
con la música del viento
entre flores y cantares
y el aroma del incienso.

Qué bonitos son tus ojos
y tu corazón de jade
tú mi blanca palomita
mi collar de piedras finas.

Hay señales en el cielo
y murmullos en la noche
un lamento espeluznante
llora por el fin del Quinto Sol
que cerca está.
El fin del Sol se acerca ya.


Tú serás la última flama
México será tu esencia
cuando el Sol por fin se apague
tu bondad y amor se escribirán
y como estrella brillarás... ¡Y vivirás!

Blanca flor de la mañana
es tu esencia mexicana
y tu nombre toca el alma
orgullosa frente al Sol que es para ti.



Versos de Torres Bodet en el reconocimiento entregado
Itzintlatonati xoxopantla
Ica yeyectzin cuica ehecatl
Nepantla Xochimeh on cuicameh
Ihuan i ahuiac copalli


Ma yeyectzin moisteloloh
Ihuan moyol chalchihuitl
Tehuatzin noiztlactotoltzin
Nopiltze nochalchiuhcozca.

Blanca flor de la mañana
¡orgullosa frente al Sol que es para ti!



Los aplausos inundaron el Alcázar, el público de pie agradecía a David y a las niñas  la entrega de tanta belleza, tanta magia, tanta humanidad, tanta esperanza.

El recinto vibraba y las sonrisas y las lágrimas se mezclaban para celebrar el arte entrañable de David, la maravilla de estar vivos y poder escuchar y sentir, de ver pasar el tiempo de esa manera, de que se nos fuera el mediodía como en los versos de Jaime Torres Bodet, que fueron elegidos por Alberto Alvarado para ser escritos en el reconocimiento que entregó a David:

Se nos ha ido la tarde
en cantar una canción,
en perseguir una nube
y en deshojar una flor.

Perseguimos nubes y flores y cantos ese domingo en el Alcázar de Chapultepec, todos salimos de ahí a inundar el cielo con la sonrisa que nos sembró en el alma David García, quien con su arte y su humanidad nos hizo sentir, esperanzado e infinito, el enorme corazón de México.

María García Esperón

lunes, 19 de septiembre de 2011

Sombrerito de viento, de Mónica Gudiño: un CD al sur del sur


Sombrerito de viento, un CD al sur del sur, es un audiolibro con poesía para niños de la autora argentina Mónica Gudiño, quien se ha caracterizado además por poner voz a su poesía a través de videopoemas realizados por ella misma y por establecer colaboraciones con creadores a lo largo y ancho del territorio hispanohablante a través de la red. En esta ocasión acompañan a Mónica las voces de María José Viedma (España) y María García Esperón (México) en un encuentro de entonaciones en un espacio único: la textura lúdica y fresca de esta joven de Córdoba que viene alumbrando el mundo de la poesía para niños en castellano con la luna azucarada de su lenguaje poético. (MGE)

Sombrerito de Viento





Sombrerito de viento

1.- Sombrerito de viento
Voz: Mónica Gudiño


2.- Niña de agua
Voz: Mónica Gudiño


3.- Paisaje de amor
Voz: Mónica Gudiño


4.- El eclipse
Voz: María José Viedma 


5.- Don Sueño
Voz: María José Viedma


6.- Deseo Azul
Voz: Mónica Gudiño


7.- Que el mundo no adivine
Voz: Mónica Gudiño



8.- Milonguita sabor alpiste
Voz: Mónica Gudiño



9.- Sombritas
Voz: Mónica Gudiño


10.- Cosas de peras
Voz: Mónica Gudiño


11.- Al sur del sur
Voz: María García Esperón







Sombrerito de viento, un CD al sur del sur, es un producto cultural sin fines comerciales y el objetivo es que ya sea en el aula o en la casa, los niños y maestros interesados puedan grabar su propio disco descargando los 10 archivos de audio y el cuadernillo adjunto con los textos.
Para descargar el cuadernillo es necesario darse de alta en Scribd. Para descargar los audios, dar clik en "share" y de ahí a "link mp3". O solicitar los materiales por correo electrónico a mgarciaesperon@gmail.com.



miércoles, 14 de septiembre de 2011

Al sur del sur: Mónica Gudiño

Al sur del sur
La poesía de Mónica Gudiño
Por María García Esperón



Mónica Gudiño

La musicalidad, el encanto, la dulzura, la voz de plata de la luna luna, azúcar candeal en los labios del verso, canción del idioma vuelto hacia el sur, donde comienza a terminarse América y donde todos los días se encienden estrellas en el hemisferio austral de la lengua española:
Mónica Gudiño es una poeta argentina que ha recibido de las hadas del idioma el don extraordinario de la naturalidad. Se ha consagrado mayormente a la poesía para niños, pero sus poemas no se detienen en la categoría de lo infantil y, sedosos y musicales como pocos, conquistan a los lectores de todas las edades.
La rima se le entrega a Mónica por entero, para que ella recree situaciones y personas, objetos y ambientes que parecen hechos para dibujarse en versos. Permeado de afecto, el lenguaje de esta poeta emplea con soltura los diminutivos y las repeticiones de sílabas para aportar palabras nuevas, palabras de creación espontánea y libre y juguetona.
El idioma es en el territorio poético de Mónica criatura feliz a la que ella hace trotar en sus rodillas, como una madre que juega con su hijo pequeño. El lenguaje le vuelve a nacer a la poeta en aliteraciones cariñosas, en reduplicaciones y borboteos de sílabas surgidas de la voz que arrulla y celebra los motivos de la infancia.
Que juega. El lenguaje es juego en las manos de Mónica y es un juego tan convencido de su ser lúdico que suspende en el lector la incredulidad para rodearlo con la cadena mágica de la fe poética:

Una hermosa pera
de roja solera
espera a su pero
de verde sombrero.
(Cosas de peras)

Limericks, adivinanzas, juegos de palabras, cuentos hechos poemas o poemas cuentos, delicado romanticismo de la poesía de corte juvenil de Mónica donde más de uno volverá a sentir vibrar su adolescencia al soplo de ese viento que es la inspiración de la poeta y que nos remueve el flequillo del alma.
Un silencio caprichoso
se me escapa de la boca
y es un libre prisionero
del amor que lo provoca...
(Silencio)

Por momentos, Mónica se prende del río de la tradición, de la versificación popular y de los cantares que se cosechan en la montaña, en el sol y en el río, en el diario acontecer de lo humano acompasado con la naturaleza. Echa mano de los ritmos de su tierra y nos entrega el azúcar cariñoso de su milonga, que se acoge al diminutivo y que además tiene sabor a alpiste.

Pajarito con flequillo
cancherito y agraciado
ya no cantes en mi puerta
que no eres de mi agrado…
(Milonguita con sabor a alpiste)

Leer a Mónica Gudiño es dejarse contagiar por la inocencia y bañarse en las aguas de un mundo nuevo y soleado donde la poesía es la protagonista indiscutida. Mirar desde sus ojos y dejarse llevar por las melodías que transporta desde su voz al verso, una vuelta a la infancia y un viaje en un tren de mágicas sílabas por sierras pampeanas de rimas y ríos rumorosos de metáforas con que la felicidad escribe sus poemas al sur del sur.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Helier Batista: Video Arte


Helier Batista Hernández
Puerto Padre, Las Tunas, 1977
Pintor y fotógrafo

Fotografía:
Junior García

Sonido directo:
Julio Rodríguez

Edición y musicalización:
Joan Bárcena

Asist. programa:
Sara Pavón

Videoteca:
Bárbara Martín
Onelia Maceo

Transportación
isidro Rodríguez
Roiler Rodríguez


Asist. técnica:
Carlos Roque
Alexander Ricardo
Julio Rodríguez

Producción:
Eloísa Mendoza

Asesores:
Rolando Téllez
Grechel Calzadilla

Guión:
Carlos Téllez

Director asistente:
Frank Castell

Dirección:
Carlos Téllez

Música
Réquiem de Mozart

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Alicia en el país de las aguas, por Jorge Luis Peña Reyes

Para ser una isla, pocas veces el mar es referente en la literatura nacional. No obstante, existen piezas en la que el contexto marino se convierte en principal escenario de creación.
Puerto Padre no escapa del fenómeno, aunque en años recientes la literatura infantil se ha encargado de recrear ambientes salobres en los que, peces, pulpos y caballos de mar dialogan con los más pequeños de la casa.

Cosicosas de mar de Pablo del Río, Barca de luces de Margarita Padrón, Juegos de tierra y mar, de Reina Esperanza Cruz, Los sueños entre las olas de Miguel Navarro y Vuelo Crecido de mi autoría, excepto el último, todos publicados por la editorial Sanlope, tienen el mar como principal contexto creativo.

Otro libro que se inscribe en la nómina es Tin Marín Cascabelero, la segunda entrega de la autora villazulina Alicia Batista Piñón, maestra de oficio y con el don de fusionar lirismo y humor proveniente de las mejores tradiciones del género.

En el tejar de la noche
 la luna es inmenso gato
Por eso es que el sol se esconde
como un ratón asustado.

Más que divertimento, los animales del fondo son pretextos para encarnar preocupaciones de la Cuba de hoy. Se registra Alicia de ese modo en lo que llamó el crítico cubano Omar Felipe Mauri la etapa de universalización, en la que los autores recontextualizan clásicos personajes de la literatura infantil con el sentido de proponer nuevos universos.

A un camarón colorado
 la barracuda imprudente
 mordió y !crack!, lo inesperado:
se le rompieron los dientes.
Por atrevida, por brava,
por morder con tanto apuro
no advirtió que se trataba
del Camaroncito duro.

La poética finisecular para niños y jóvenes en Cuba, asume formas estróficas definidas que luego sus autores intentan transgredirlas o enriquecerlas. El verso octosilábico es el más recurrido en cuanto a los metros empleados.
También en la autora puertopadrense la décima, el romance son las formas estróficas más utilizadas. Es interesante apuntar que en el intento de una liberación estética se asuma la décima como una opción a pesar de su cerrada estructura formal.
La manera de enfrentar el lirismo para los pequeños no es el paisajismo contemplativo ni el minimalismo a ultranza. Los animales son un pretexto para encarar preocupaciones éticas y sociales.

Inicia desde la década de los noventa la preocupación de hilvanar los libros a partir de conceptos bien establecidos, los volúmenes como éste, no son atados de poemas, son obedientes a una historia que a modo de prólogo traza los caminos de la lectura.

La literatura infantil cubana se ha encargado
 de recrear ambientes marinos en los últimos años.

Conocedora del arte de la rima, componente musical imprescindible de quien se acerque mediante la poesía a los niños, Batista Pinón muestra un abanico de posibilidades en el artificio que supone la construcción del verso. La décima es aliada, sin embargo se hace acompañar del romancillo, la cuarteta, la octavilla, y otras estructuras poéticas, a fin de brindarle al volumen ritmo y amenidad.

El trabajo con el humor es el principal vehículo de Alicia a lo largo del libro, además del lazo comunicativo, fundamental en los buenos libros para niños, la autora aprovecha el matrimonio indisoluble entre gracejo popular y octosílabo:

Qué tamaña pataleta
hubo entre rollos y lazos
cuando el pulpo se enredó
 sin querer con los sargazos.

La interacción a través de la adivinanza, rara avis en el contexto poético cubano, es un hecho en Tin Marín cascabelero, en ella Alicia no duda en echar el pan sobre las aguas, a modo de pista y compromiso con un lector que hojeará el cuaderno hasta el final sin necesitar períodos de reposo.

Alicia deja tanto epígrafes como estima necesario en este libro cofre o de las mil puertas, donde resulta imprescindible pronunciar su singular Ábrete sésamo, sugerido desde el principio, como elemento que redunda en la organicidad del volumen y enfatiza en el cariz lúdico de su pluma.

 
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